Los cambios estacionales y el tiempo impredecible no pueden evitarse cuando se trata de la producción de vacuno de carne, pero pueden anticiparse y gestionarse eficazmente. De cara a los meses más cálidos, el estrés por calor en el ganado vacuno se convierte en una preocupación importante para muchos productores de vacas/terneros y operadores de corrales de engorde. Entender el impacto biológico del estrés por calor, saber cómo detectarlo y tomar medidas preventivas son formas de proteger el bienestar y la rentabilidad de los animales.
¿Qué es el estrés térmico en el ganado vacuno?
Como regla general, si el Índice de Temperatura y Humedad (THI) es superior a 80, es probable que el ganado vacuno sufra estrés por calor. Sin embargo, la probabilidad de estrés térmico puede cambiar con fenómenos meteorológicos como precipitaciones o variaciones de temperatura como noches cálidas. Casi todos los entornos exteriores pueden ser propicios al estrés térmico en algún momento del año.
Signos de estrés térmico en el ganado:
- Disminución de la ingesta de alimentos
- Mayor tasa de respiración
- Respiración dificultosa o con la boca abierta
- Babeo excesivo
- Agrupación
- Más tiempo de pie e inquietud
Al iniciarse el estrés por calor, el ganado experimenta una disminución de la ingesta de materia seca, que se ha hipotetizado como un método para ayudar a reducir el calor metabólico. También se producen cambios en el flujo sanguíneo, el oxígeno y la disponibilidad de energía en el interior del animal. En conjunto, estas reacciones biológicas conducen a una disminución de la salud y el rendimiento.
Cuando el ganado está sometido a estrés térmico, el flujo sanguíneo se desvía del tejido visceral -que recubre los vasos sanguíneos, el estómago, el tubo digestivo y otros órganos internos- hacia la piel, lo que permite disipar el calor. Esta reducción del flujo sanguíneo hace que el oxígeno, la energía y otros nutrientes estén menos disponibles para la capa epitelial de células que recubren el tracto intestinal. Las uniones estrechas que mantienen unidas las células epiteliales del tracto intestinal se debilitan, lo que permite que los patógenos y las toxinas entren más fácilmente en el torrente sanguíneo, dando lugar a una enfermedad denominada intestino permeable.
Cómo afecta el estrés térmico a la inmunidad
El intestino permeable inducido por el estrés térmico puede tener un gran impacto en la salud y la inmunidad de un animal. Una vez que las bacterias, los patógenos o sus toxinas pasan entre las células, el sistema inmunitario los reconoce y desencadena una respuesta inmunitaria para destruir y eliminar a los invasores. Este proceso inflamatorio requiere cantidades significativas de nutrientes ya limitados y los aleja de otras funciones clave como el crecimiento muscular y la reproducción.
Esta inflamación crónica también puede repercutir negativamente en la salud de los cascos al reducir la producción de tejido córneo. Esto conduce a la formación de un tejido corneal de menor calidad y, a la larga, puede provocar cojera. Durante estos periodos de estrés por calor, el ganado también pasa más tiempo de pie para disipar el calor, lo que puede agravar los problemas de salud de las pezuñas.
Combatir el estrés térmico con Zinpro® Availa® Zn
Aunque el estrés por calor puede ser inevitable, hay una forma de prevenirlo y preparar a los animales para que puedan afrontarlo mejor cuando lleguen temperaturas más cálidas. El zinc desempeña un papel clave en el mantenimiento de la integridad epitelial y el fortalecimiento de las uniones estrechas. Alimentación Zinpro® Availa® Zn - la forma más biodisponible de zinc disponible en el mercado- puede hacer que el ganado sea más eficaz a la hora de reducir las fugas intestinales en los pastos y en el cebadero.
Cuando se evaluó en ganado vacuno sometido a estrés térmico, la alimentación con Zinpro Availa Zn demostró ser eficaz para reducir el intestino permeable. Los animales suplementados con sulfato de zinc experimentaron una reducción del consumo de 22,8%, frente a una reducción de 14,9% en el caso de los bueyes alimentados con Zinpro Availa Zn. Además, los animales que recibieron Zinpro presentaron temperaturas rectales más bajas, lo que indica una menor inflamación tras sufrir un periodo de estrés térmico.
La alimentación con Zinpro Availa Zn también tuvo un impacto positivo en la morfología intestinal, con una mayor altura de las vellosidades intestinales y una menor anchura de las vellosidades en los bovinos sometidos y no sometidos a estrés térmico. Una morfología intestinal más fuerte es importante para mantener las uniones estrechas y reducir la permeabilidad intestinal que conduce al intestino permeable.
Estrategias de gestión del estrés térmico
Además de proporcionar una ración equilibrada con Zinpro® Minerales de alto rendimientoLa observación cuidadosa y la gestión de los factores ambientales bajo su control pueden ayudar al ganado a combatir el calor. Entre las prácticas de gestión a aplicar se incluyen:
- Manejo de: Reducir la cantidad de manipulación, transporte y procesamiento necesarios durante las altas temperaturas. Si es necesario manipular el ganado, hágalo durante las temperaturas más bajas con técnicas de manipulación de bajo estrés.
- Agua: Proporcionar agua limpia y fresca, ya que el ganado aumentará la ingesta de agua cuando las temperaturas sean elevadas.
- Sombra: Facilitar el acceso del ganado a árboles o edificios abiertos.
- Ventilación: Utilizar ventiladores para el ganado alojado en edificios cerrados.
Soluciones para reducir el estrés térmico y mejorar el rendimiento
El estrés por calor es un problema generalizado que los ganaderos deben gestionar, y es fundamental disponer de un plan antes de que empiece el calor para prevenir los efectos a largo plazo que puede causar. Al incorporar oligoelementos de alto rendimiento como Zinpro Availa Zn, el ganado puede reducir mejor el impacto del intestino permeable en condiciones de estrés por calor.